París, ¡Es todo un mundo! Cada uno de sus barrios se explora como un país, de Montmartre hasta el barrio latino, pasando por la cuna, la Ile de la Cité o barrios con mucha animación como Goute d’Or. Y cada piedra nos habla de arte, desde el antiguo Museo del Louvre hasta la futurista Fundación Louis Vuitton. Porque París es una fiesta permanente de la cultura, incluida la gastronomía.
París es una de esas ciudades que fascinan desde el primer momento hasta el último. Su amplia y prolífica historia ha sido artífice de que hoy podamos disfrutar de algunos de los monumentos y lugares de interés más destacados. Entre los monumentos y lugares que merecen una visita obligada recomendamos el Museo del Louvre, la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo, el palacio de Versalles y como no, la mítica y mundialmente conocida Avenida de los Campos Elíseos. Esto es una pequeña parte de todo lo que se puede encontrar en París. Pasea por sus calles, empápate de su espíritu y descubre nuevas experiencias y rincones.
Venir a París es probar el estilo de vida parisino. Empezamos el desayuno con una deliciosa baguette caliente y croissants de mantequilla, antes de lanzarnos a las compras de alta costura en la Avenida Montaigne, o a la caza en los mercadillos de Saint-Ouen. Por la tarde, una pausa obligatoria en el Café de Flore, uno de los principales centros literarios de París. Por la noche, sacamos nuestros escarpines Louboutin para ir a la ópera en el marco moderno de la Ópera Bastille o bajo la dorada Ópera Garnier. También podemos ir al Moulin Rouge o al Lido para aplaudir a los bailarines del nuevo cancán francés. Entonces, lo único que queda es volver a uno de estos hoteles furiosamente parisinos, como Le Crillon.
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